El mango se diseñó con formas geométricas sencillas, cuidadosamente compuestas según los principios de la Proporción de Córdoba, un sistema arraigado en la tradición arquitectónica cordobesa y matemáticamente comparable a la proporción áurea. Esta proporción se define por la relación entre el radio de un círculo circunscrito y el lado de un octógono regular, una lógica geométrica que jugó un papel fundamental en la arquitectura califal, con raíces en la estética romana anterior, y que ha estado presente en el arte y los edificios desde la antigüedad hasta la actualidad. Guiado por esta armonía, el diseño logra una forma equilibrada y refinada. Su nombre y color se inspiran en el cielo de la ciudad y en los distintivos azules de los patios cordobeses, creando una sutil conexión con su origen.
Marta Ayala Herrera es licenciada en Ingeniería en Diseño Industrial y especializada en diseño de mobiliario. Actualmente reside en Barcelona y ha trabajado en diversos campos como el diseño de producto, la arquitectura efímera y el interiorismo.
Su trabajo se centra en la relación del individuo con su entorno a través de los objetos. Le gusta experimentar con materiales industriales y procesos artesanales para crear sus piezas. Finalmente, el objetivo principal de su práctica de diseño es explorar y descubrir los nuevos lenguajes del diseño contemporáneo.
